martes, 31 de diciembre de 2013

EL CONTAGIO DE ENFERMEDADES EN LOS MÁS PEQUEÑOS



Cuando eres farmacéutico y los padres de niños pequeños te comentan la preocupación que tienen por ver que sus hijos siempre están malitos o resfriados, con mocos y fiebre… piensas: prepararé un artículo para tratar de tranquilizarles. Y aquí está mi pequeña aportación a la tranquilidad que merecéis.

Generalizando, no hay que preocuparse más de lo normal ante síntomas como mocos, fiebre, tos, dolor de oídos…sobretodo si éstos van precedidos del inicio del curso escolar o la llegada del frío...(como es el caso)

LO QUE HAY QUE HACER EN ESTE CASO ES ACUDIR AL PEDIATRA DE VUESTRO HIJO YA QUE ES ÉL EL PROFESIONAL QUE OS INDICARÁ QUÉ MEDIDAS TOMAR

Éste problema es frecuente en el niño que va a la guardería o al curso de educación escolar infantil, por varias razones:
- no tienen todavía suficiente conocimiento sobre las medidas higiénico-sanitarias que les prevendrían del contagio
- y su sistema inmunitario todavía no es fuerte en esas edades

LOS TEMIDOS RESFRIADOS

Respecto a los resfriados, éstos son de origen vírico: los virus se transmiten de un niño a otro a través de las secreciones respiratorias, del contacto a través de las manos y de los objetos previamente infectados con los virus.
¿Cómo se contagian?: si un niño está enfermo, es decir, infectado por los virus, cuando estornuda e incluso cuando respira, elimina a través de las vías respiratorias una gran cantidad de virus, los cuales quedarán dispersos en el ambiente, en sus manos, nariz, boca…y se mantendrán vivos una media de unas 6 horas.
Como es de suponer, en contacto con otros niños, es muy fácil que éste contagie a sus compañeros: basta con tocarles las manos con las suyas infectadas al estornudar… y que éstos se lleven las manos a la boca, nariz, ojos… incluso al compartir juguetes u objetos previamente contagiados con los virus.

¿Cómo evitar al máximo el contagio?:
Lavándose las manos a menudo, no solamente los niños enfermos, sino los niños sanos susceptibles de
contagio. También se pueden hacer lavados nasales con suero fisiológico.
Es importante mantener al niño enfermo en casa a la espera de su recuperación; de este modo, si todos los padres hacen lo mismo, podemos evitar un contagio masivo. Ésta medida sirve para todas las infecciones en general, aunque hay que tener en cuenta que ciertas enfermedades o infecciones tienen un periodo de incubación, y los síntomas se manifestarán al tiempo después del contagio.

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