La obesidad infantil

PORQUE TODOS SABEMOS QUE ES MEJOR PREVENIR QUE CURAR: HAGAMOS FRENTE A LA OBESIDAD INFATIL EVITANDO SU APARICIÓN

Sinceramente, pienso que el gran problema es que comemos sin tener hambre y con posibilidad de alimentarnos a cualquier hora. Si, así comienzo este artículo, porque creo que el problema real es este. Además, la población ha ido aumentando de forma progresiva el tamaño de sus raciones. Las familias debemos tratar de habituarnos a las raciones recomendadas.

A nuestro entender, citamos a continuación los errores más comunes que hacen de la alimentación actual un riesgo para la obesidad infantil:

1- En cuanto a los aspectos culinarios, se cometen errores importantes. A continuación, una lista de recomendaciones culinarias que podréis seguir con facilidad:

• Variar todo lo posible los alimentos de cada grupo para evitar la monotonía y mejorar la calidad nutricional del menú

• Cuidar la presentación

• Elegir preferentemente alimentos ricos en fibra como legumbres, verduras, hortalizas y frutas, ya que tienen mayor poder saciante además de ser los más saludables

• Los días que se ponga pasta italiana, arroz, legumbre o patatas debe procurarse que sean plato único (conteniendo en éste carnes, pescados y/o verduras), y/o que el segundo plato sea ligero

• Cocinar las legumbres sólo con verduras/patatas/arroz, evitando la grasa y el embutido

• Elegir carnes magras, quitando siempre la grasa visible. En el pollo, pavo, etc., quitar la piel antes de cocinar

• Reducir los embutidos y la bollería industrial

• Aumentar la oferta de pescado al menos a 2-3 veces/semana

• Emplear en la comida y cena platos de baja densidad calórica como sopas, purés, ensaladas

• Procurar disminuir el tamaño de las raciones que se sirven. Sacar a la mesa las raciones justas, evitando que se sirva de más para que no sobre

• Utilizar caldos de verdura desgrasados como base de las sopas, salsas y purés

• Aportar siempre pan (cuando la edad lo permita), en cantidad adecuada, blanco o integral

2- Por otro lado, cabe destacar que no hay alimentos malos ni buenos, sino una adecuada o inadecuada cantidad y frecuencia de los mismos al elaborar el menú. Los principales errores radican en el incremento de la cantidad y frecuencia con que se ingiere la carne y sus derivados a expensas del pescado, la escasa ingesta de verduras, hortalizas, frutas y, en menor grado, de legumbres, el excesivo consumo de bollería y aperitivos de bolsa así como de bebidas azucaradas y, en general, el aumento de la densidad calórica de la dieta.

3- elevada ingesta de grasa, a expensas de una disminución de los hidratos de carbono.

4- mala distribución de la energía: un alto porcentaje de escolares omite el desayuno, y realiza un almuerzo poco saludable en el que predomina la bollería. Puesto que todos los estudios nutricionales aportan evidencias sobre la importancia del desayuno, a continuación citamos algunas recomendaciones:

- desayunar todos los días

- el aporte calórico en esta comida (junto con el almuerzo de media mañana) debe ser cercano al 25 % de la energía total diaria

- la leche (o productos lácteos), la fruta y los cereales deben ser componentes obligados del desayuno.

En general, para evitar episodios de sobreingesta por hambre incontrolada, el número total de comidas no debería ser inferior a 4 al día